Por
Pablo Sieira - El acuerdo con el FMI que
finalmente logró cerrar el Gobierno empezará a ser tratado la semana próxima en la Cámara de Diputados y
será votado entre jueves y viernes, pero la redacción del proyecto no
cayó bien en la oposición y el panorama para su aprobación asoma cada vez
más complicado.
Este
jueves el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, mantuvo una
reunión con los jefes de todos los bloques y los integrantes de la Comisión de
Presupuesto y Hacienda para definir el cronograma de trabajo para la semana
próxima y mostrarles el proyecto que avala el acuerdo con el organismo y que se
votará entre jueves y viernes.
La redacción de esa
iniciativa, de apenas tres artículos, no agradó a los miembros de Juntos
por el Cambio, según confirmaron a iProfesional fuentes de ese espacio, debido
a que en el primero de los artículos se invita a aprobar de forma conjunta el refinanciamiento de
la deuda con el organismo y el programa económico.
El
programa está detallado en dos planillas anexas al proyecto que el Poder
Ejecutivo todavía no había enviado a la Cámara de Diputados cuando se llevó a
cabo la reunión, debido a que el Ministerio de Economía y el staff del FMI
todavía estaban "trabajando en la traducción", según explicó el
presidente de la Comisión de Presupuesto, Carlos Heller (Frente de Todos).
"Es una trampita", deslizó ante
iProfesional un diputado de la principal bancada opositora que participó de la
reunión con Massa y los referentes del oficialismo, en referencia a la
redacción del primer artículo del proyecto.
Y
es que, si se mantiene ese artículo como está, quienes voten a favor estarían
convalidando también el plan económico del Gobierno al cual el PRO ya calificó
como "una bomba de tiempo" que "barre debajo de la alfombra los
problemas" y se los deja al próximo gobierno.
Acuerdo con el FMI: ¿por
qué peligra la aprobación?
Si
bien en el interbloque de Juntos por el Cambio todavía tienen pendiente la
posición que adoptarán, el único punto en el que todos coinciden es en que no
le corresponde a la oposición aprobar el plan económico del Gobierno. "El refinanciamiento de la deuda puede ser
que lo acompañemos, pero el plan no", repiten una y otra vez las
fuentes de ese sector.
"Si
el programa económico es más o menos como el que trascendió en los últimos
días, esto es invotable", se sinceró un diputado del PRO. Algunos de sus
colegas son menos terminantes, principalmente los de la UCR, aunque reconocen
que en las últimas horas "cambió la mano" dentro del interbloque.
En
momentos en que el PRO presionaba porque todo el interbloque se abstenga al
momento de votar el acuerdo con el FMI, la redacción del primer artículo del proyecto abrió la
posibilidad de que varios se inclinen, directamente, por el rechazo.
De
esta manera, el proyecto tensó un poco más la cuerda entre Juntos por el Cambio
y el Frente de Todos, que necesita aliados en la oposición para sortear la
resistencia interna que le plantean los diputados del sector que lideran el
diputado Máximo Kirchner y
la vicepresidenta Cristina
Kirchner.
Los potenciales aliados
del Gobierno, ¿le alcanzarán?
En el bloque del Frente
de Todos mantiene extrema cautela respecto del "poroteo" de
votos. De hecho, al ser consultado por la prensa sobre el escenario en el oficialismo,
Heller aclaró que todavía no hubo reunión de bloque y evitó cualquier tipo de
definición.
La
resistencia por parte de unos 30 diputados del bloque de 118 que tiene el
oficialismo obliga al Gobierno a buscar aliados en las filas opositoras, donde
cada vez hay más dudas respecto de acompañar o no.
Un
operador parlamentario de Juntos por el Cambio ratificó que el oficialismo
podría contar con el apoyo de los dos diputados radicales jujeños, que
responden al gobernador de Jujuy y presidente de la UCR, Gerardo Morales, y tal
vez a los dos correntinos de Gustavo Valdés, más el bloque de la Coalición
Cívica.
No obstante, los números son
muy variables en un contexto tan volátil. Si bien todos coinciden en
que el peor
escenario es el default con el FMI, la forma de colaborar para que ello no
ocurra todavía es difusa en la oposición, máxime con la posición dura que
motoriza el PRO.
Así,
el Gobierno deberá garantizarse el apoyo de los bloques provinciales y los
minoritarios, como el Frente de la Concordia Misionero e Identidad Bonaerense,
la bancada que integran Florencio Randazzo, Graciela Camaño y Alejandro
"Topo" Rodríguez.
FMI: Manzur, Guzmán, la CGT y empresarios, al
Congreso
Tal
y como había anticipado iProfesional, el acuerdo con el FMI será debatido en la
Comisión de Presupuesto y Hacienda entre
el lunes y el miércoles de la semana que viene y la intención del
oficialismo es llamar a sesión el jueves para votarlo. Si fuera necesario un
día más de debate, la votación se llevaría a cabo el viernes.
Así
lo confirmaron los diputados del oficialismo y de la oposición al salir del
encuentro que mantuvieron en el Salón de Honor de la Presidencia de la Cámara
de Diputados, donde se terminó de definir el intenso cronograma de trabajo
previo a la sesión.
El
próximo lunes expondrán ante la comisión el jefe de Gabinete, Juan Manzur; el presidente del Banco
Central, Miguel Pesce; el
ministro de Economía, Martín
Guzmán; el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos y el secretario de
Hacienda, Raúl Rigo.
El
martes será el turno de los representantes de la CGT, la CTA, la Asociación de
Bancos Argentinos (ADEBA), la Confederación Empresaria de la República
Argentina (CGERA), el llamado "Grupo de los Seis" que integran la UIA
y la Sociedad Rural, entre otras entidades; pymes, movimientos sociales y
gobernadores invitados.
La idea del oficialismo es
dedicar el miércoles al debate entre los diputados y a la firma del dictamen
sobre el proyecto, que será llevado
al recinto al día siguiente. Si ese debate se extendiera, la votación será
convocada para el viernes 11 de marzo.
En
caso de lograr la aprobación, el proyecto deberá pasar al Senado, territorio
inexpugnable de Cristina Kirchner donde el escenario para el Gobierno es
todavía más complicado debido a que las abstenciones no cuentan para el quórum,
un problema que deberá resolver una vez que supere los escollos que aparecen en
la Cámara de Diputados.
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