Por Pablo Sieira -
El ingreso del acuerdo con el
FMI al Congreso es inminente pero la ventana de
tiempo que tiene el Gobierno para aprobarlo se achicó y la decisión que tome
Juntos por el Cambio en la Cámara de Diputados es un condicionante central.
Luego de que el Ministerio de Economía anunciara que el acuerdo está
cerrado en sus aspectos técnicos, la Cámara de Diputados quedó a la espera del
proyecto de ley que lo avalará y el
límite es el próximo viernes.
Según
supo iProfesional de fuentes parlamentarias, el plan del oficialismo es convocar a la Comisión de
Presupuesto y Hacienda para los días lunes, martes y miércoles, con el fin de
llevar el proyecto al recinto para su votación el jueves 10 de marzo, en una
sesión especial.
"Si no se apuran en Diputados la semana que viene, el Senado no
llega para el 22 de marzo", razonó una de las fuentes consultadas, en
referencia al vencimiento que
tiene la Argentina con el FMI esa fecha, por u$s 2.800 millones.
El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y el jefe del
bloque del Frente de Todos, Germán Martínez, son los encargados de buscar el consenso necesario para
aprobar el acuerdo la semana próxima, pero dependen de que el ministro de Economía, Martín Guzmán, termine de
ajustar los detalles y lo envíe.
Cuenta regresiva: ¿cómo son los tiempos y la
agenda de trabajo del oficialismo?
El principal desafío que encaran Massa y Martínez es la resistencia
interna que le plantean La Cámpora y los legisladores alineados con Máximo
Kirchner, que son reacios a votar el acuerdo con el FMI pero mantienen en
suspenso su posición final. Podrían
definirla el fin de semana.
No obstante, necesitan avanzar con la agenda para empezar a buscar,
también, lo votos de la oposición. En ese contexto, ya le pidieron al Poder
Ejecutivo que Guzmán asista a la
Comisión de Presupuesto y Hacienda, donde también esperan al
representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos.
La idea es que durante el debate en comisión se abra una ventana de
negociación con la principal bancada opositora, cuya posición podría ser determinante para el futuro del
acuerdo en el Congreso si el ala kirchnerista del oficialismo
decide finalmente no acompañar el acuerdo.
En declaraciones radiales, Martínez resaltó que la dinámica política
está concentrada hoy en "dos grandes coaliciones: el Frente de todos y
Juntos por el Cambio" y subrayó: "Si nosotros no reconocemos que las
dos grandes coaliciones van a tener, tuvieron y tendrán necesidad de
estabilizar las diferencias para poder avanzar en escenarios de unidad estamos
errando".
Sin embargo, dentro de Juntos por el Cambio tienen su proopia discusión
y, si bien se comprometieron a dar quórum y no obstaculizar la aprobación del
acuerdo, el PRO empezó a endurecer
su postura y presionar hacia el interior de la coalición.
¿Cuál es la estrategia que discuten en la
oposición?
El pasado martes, luego del discurso que brindó el presidente Alberto Fernández ante el
Congreso, algunas de las autoridades de Juntos por el Cambio mantuvieron una
reunión en la que coincidieron en hacer hasta el último esfuerzo para lograr una "postura unificada" y
evitar una votación dividida.
Tanto la presidenta del PRO, Patricia Bulllrich, como su par de la UCR,
Gerardo Morales, se mostraron de acuerdo con los jefes parlamentarios en que lo
mejor es que no haya
"libertad de acción" en el interbloque, como suele
ocurrir cuando no se alcanza un criterio unificado.
Sin embargo, fuentes del interbloque opositor señalaron a iProfesional
que ese criterio que adoptarán ante el
acuerdo con el FMI no solo está todavía lejos de definirse sino que
además el PRO presiona para que los 116 diputados del interbloque se
abstengan al momento de votar.
La discusión interna de Juntos por el Cambio por estas horas pasa por
esa disyuntiva: voto afirmativo o
abstención. Hasta el momento, casi nadie habla de rechazar el acuerdo
aunque en el PRO hacen advertencias sobre sus posibles efectos futuros.
En declaraciones a iProfesional, el diputado del PRO Gerardo Milman, no dudó en calificar
el acuerdo con el FMI como "una
bomba de tiempo" debido al programa económico que esbozó
Fernández el 1 de marzo e insistió en que el Gobierno podría cerrar el
entendimiento sin pasar por el Congreso.
Reunión con Macri y "halcones"
reacios a votar
"Yo lo que digo es que si hay default es culpa del Poder Ejecutivo.
Tiene todas las herramientas para hacer el acuerdo por DNU. Si no lo quiere
hacer, es su responsabilidad, ellos gobiernan", afirmó Milman, estrecho
colaborador de Bullrich.
Este tema fue conversado el último martes por la noche en la reunión que
mantuvieron los legisladores del PRO con el ex presidente Mauricio Macri, el
jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y Bullrich.
Allí hablaron sobre la falta
de "reformas estructurales" en el marco del acuerdo con
el FMI, luego de que Alberto Fernández negara cambios en el sistema previsional
y laboral y señalaron que si no hay cambios profundos el acuerdo dejará un
escenario económico complicado para 2023, cuando Juntos por el Cambio espera
estar nuevamente en el gobierno. Por ello Milman lo califica como "una
bomba de tiempo", lectura con la que empiezan a coincidir varios diputados
del bloque del PRO, según supo iProfesional.
En ese contexto empieza a tomar voolúmen la estrategia del abstencionismo que propone la bancada
amarilla, donde insisten en que podrían llegar a votar, como máximo, la autorización para que el Gobierno se endeude,
pero no el programa, si es que se somete también a votación.
Y afirman que una vez que el proyecto ingrese a Diputados fijarán una
postura partidaria que luego llevarán a la mesa grande de Juntos por el Cambio.
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