Por Brenda
Struminger - En medio de la
polémica por el congelamiento de precios que se impuso a pesar de la falta de
acuerdo con los empresarios, la portavoz del Gobierno, Gabriela
Cerruti, salió a defender las recién oficializadas restricciones y señaló
que la resistencia a la medida sólo proviene de “algunos grupos” que “no
querían bajar su nivel de ganancias”, pero aseguró que desde la Nación
“seguirán dialogando”.
En una conversación
con periodistas acreditados en la Casa Rosada, la flamante vocera de la
Presidencia relativizó las voces críticas en el conflicto que tuvo su punto más
álgido ayer, cuando la Secretaría de Comercio, que conduce hace pocos
días Roberto Feletti, decidió oficializar de manera unilateral
retrotraer al 1ro de octubre de los valores en góndola de 1.432
productos. La medida se tomó luego de una reunión que terminó sin
acuerdo entre las autoridades del organismo estatal con empresarios del
sector de producción y comercialización de alimentos, entre otros productos de
consumo masivo afectados por el decreto.
En las primeras
horas de la tarde, Cerruti, quien asumió el cargo de portavoz la semana pasada,
salió a defender la polémica medida que decidió abrazar la Casa Rosada a un mes
de las elecciones para aflojar la presión sobre los bolsillos de los electores.
“Había que darle un corte al tema precios en algún momento. Había que sacar la
resolución porque la disparada de valores del último mes no tiene ningún
sentido, ni político, ni macroeconómico”, lanzó. Y apuntó contra las
“situaciones oligopólicas” de empresas que “tienen la fortaleza para fijar
precios si el Estado no las controla”.
En esa línea, se
enfocó favorablemente sobre los empresarios que aceptaron la propuesta del
Gobierno, ayer, y condenó a aquellos que la resisten. “Se llegó a un consenso
muy amplio sobre una enorme cantidad de empresas, sólo algunas no entraron en
el acuerdo”, dijo la nueva encargada de la comunicación presidencial.
Con dureza, Cerruti
aseguró que las empresas que no quisieron acordar “son las mismas que
subieron los precios sin ninguna razón” y cuestionó la falta de respaldo a la
medida: “No querían bajar su nivel de ganancias. Estamos hablando del
nivel de ganancias de algunos grupos de empresas que se niegan a entrar en un
acuerdo generalizado cuando la inflación está creciendo en el mundo y creció la
pobreza extrema”, enfatizó.
“No hay ningún
componente que explique la estampida de precios de las últimas semanas, porque
además no hay variación, ni en el dólar, ni en la situación económica, en los
últimos 20 días. Eso empezó un nivel de especulación que debemos detener”, lanzó.
“Creemos que si a gente consume más, las empresas van a ganar más”, agregó.
Además, adelantó
que el Gobierno trabaja en una serie de “herramientas”, junto con gobernadores
e intendentes de jurisdicciones donde la Secretaría tiene delegaciones, para llevar
a cabo el controvertido control, impuesto tras el aceleramiento
de la inflación en septiembre, cuando el porcentaje mensual alcanzó el 3,5
luego de cinco meses a la baja.
A pesar de los
cuestionamientos, agregó que el Gobierno “espera que el resto de las empresas
se sumen”. “Nuestro espíritu es dialogar”, prometió.
Esta madrugada, la
Nación publicó en el Boletín Oficial el decreto que fija controles de precios
en más de 1.400 alimentos y productos de consumo masivo por 90 días, para
frenar la inflación, sin apoyo de varios grupos empresariales. La medida
provocó bronca en el sector del empresariado que se había mostrado reticente en
los últimos días.
Una de las voces
más altisonantes fue la del presidente de la Cámara Argentina de Comercio y
Servicios (CAC), Mario Grinman, quien consideró que la nueva
normativa provocará “desabastecimiento”. “Cuando a un productor se le termine el producto que ya tiene
fabricado, si eso le provoca pérdida, no lo va a volver a fabricar, no hay
manera”, sostuvo el empresario en diálogo con radio LT9, y agregó que este tipo
de medidas “nunca funcionó”. “Es una aspirina que calma el dolor de una
enfermedad muy difícil de manera momentánea”, comparó.
El nuevo jefe de
Comercio Interior, Feletti, acusó a Grinman de proferir una “amenaza” con su
predicción sobre futuros faltantes de productos debido a la medida del gobierno
nacional. “Ni amenazas a los argentinos y argentinas ni desabastecimiento
(...). Venimos de un tiempo muy duro y estamos tratando de salir adelante
poniendo todos un poquito para que la Argentina se vuelva, definitivamente,
social y económicamente sostenible”, señaló el funcionario.
Esta tarde, la
vocera de la Presidencia dijo que el Gobierno “no cree” que vaya a haber
desabastecimiento. “Hay que llevar serenidad. Estamos respondiendo a lo que le
pasa a la gente todos los días”, sostuvo.
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