Por Claudio
Zlotnik - La sorpresa que se llevó Roberto Feletti cuando asumió en
Comercio Interior, por la fuerte remarcación de los precios de la canasta básica
en el comienzo de octubre, podría esconder un escenario mucho más complicado en
la ya difícil dinámica inflacionaria.
La remarcación de precios durante los primeros diez días del
mes superó el 20% en varios casos, tal
como publicó iProfesional.
Los empresarios no
lo van a admitir en público, pero esa realidad denota una situación cada vez
más compleja en la economía argentina: un notable empeoramiento de las
expectativas en general, y de los formadores de precios en particular.
Lo que hasta hace
un tiempo se asumía como la "inercia inflacionaria" -las
remarcaciones "por las dudas"- amenaza con subir un escalón. O más de
uno. En un momento en que la inflación interanual supera el 50%, se trata de
una pésima noticia.
Ya no es un ajuste
de precios "por las dudas" sino más bien de "cobertura"
ante un escenario futuro, que cada vez más empresarios piensan que podría
empeorar. En otras palabras: que la crisis podría agravarse.
No es algo inexorable, por ahora. Pero el hecho de la
realidad da cuenta de esa secuencia.
Anoche, Feletti y
los empresarios de la cadena alimenticia -desde fabricantes a comerciantes
grandes, medianos y barriales- pusieron un cuarto intermedio para llegar a un
acuerdo que congele los precios de 1.650 productos por los próximos
tres meses.
En el tema de la
inflación puntualmente, la aceleración se vincula con un escenario cambiario
que empeoró en las últimas semanas. A saber:
-Incremento de
la presión sobre la brecha cambiaria, por pérdida de reservas, y que
obligó al Banco Central a tomar medidas adicionales para que quienes tienen
acceso al mercado "oficial" no adelanten la compra de dólares para
pagar importaciones de manera anticipada.
-Esa decisión de
Miguel Pesce posibilitó que, desde ese momento, el BCRA pueda comprar divisas
en el mercado. La contracara radica en que
se incrementó la expectativa de que, más temprano que
tarde, volverá a incrementarse la presión sobre
los dólares "alternativos".
-Algunas grandes
empresas empezaron a notar que el acceso al mercado cambiario
"oficial" es menos fluido. La mayoría, según las cámaras
empresarias, no evidencian inconvenientes. Sin embargo, en el mercado empezó a
ganar terreno la idea de que las restricciones a las importaciones se
extenderán en las próximas semanas. Bajo esa suposición -que luego podría
confirmarse o no-, las grandes empresas ajustan los precios de antemano.
"El riesgo de un cambio en la dinámica inflacionaria
existe y es cada vez mayor", asegura un economista que no forma parte del elenco oficial pero que suele ser
consultado por la Casa Rosada.
La negociación de
Feletti con las principales alimenticias del país, en este contexto, parece ser
más una señal en "modo campaña" que otra cosa.
Más que la suerte
que corra la negociación de una canasta hasta fin de año, lo que se está jugando
ahora es el escenario económico para los próximos dos años. Por lo menos.
Sin un ancla de
expectativas será muy difícil contener la pérdida de reservas del BCRA. Está
visto que los controles, por más perfeccionamientos que aparezcan, terminan
perdiendo poder con el paso de las semanas.
Hay un dato clave que no pasa por alto: al revés de lo que
sucedía hace unos años, cuando las "anclas" cambiarias funcionaban y
permitían ciertos períodos de baja inflación -sobre todo en la previa a las
elecciones-, esta vez eso no está funcionando.
Ahora, con un dólar
"oficial" que subió nada menos que 20 puntos menos que la inflación
desde que empezó el año (18% vs un IPC que corrió un 37% en los primeros nueve
meses), la inflación no se detiene.
Tampoco alcanzó con
el congelamiento de las tarifas, que siguen habilitando un creciente gasto en
subsidios.
El escenario luce
bien diferente a otros tiempos -por ejemplo en 2015- cuando también había un
ancla cambiaria y retraso tarifario, pero la inflación se ajustaba a esa
realidad. Ahora no. Los precios se siguen zafando. Y no solamente los de los
alimentos. Ese es el rubro más preocupante pero no el único.
Feletti, flamante
secretario de Comercio Interior, habló de una suba del 82% en el precio de una
marca de detergente. Pero no el único. Ni el más preocupante. A tal punto que
el propio funcionario admitió que los incrementos en los primeros diez días de
octubre podrían disparar el índice de precios del mes "a 3,5% o incluso al
4%".
En
la primera quincena de octubre hubo subas de hasta 23% en
alimentos. Es el caso del café soluble. Y de hasta 22% en los enlatados
(lentejas).
El recalentamiento
de la dinámica inflacionaria sobresaltó al Presidente e incrementó las dudas de
empresarios y también de los financistas.
La suba de precios
por encima de lo que tanto el Gobierno como las consultoras privadas preveían
para esta altura del año extremó las precauciones para el futuro cercano.
La visión de
empresarios e inversores financieros es que se van incrementando los desequilibrios
de la economía argentina. Y, acaso lo peor, que la Casa Rosada no encuentra ni
el diagnóstico ni las recetas acertadas.
La escalada de la inflación perturba no sólo la dinámica
social y política. Lo dicho más arriba: Se da a pesar de que el Gobierno había activado los supuestos botones que
enfriarían el escenario. Pero ni el atraso cambiario ni el congelamiento de las
tarifas de los servicios públicos logró siquiera frenar la dinámica.
Para colmo, el
Gobierno siente que no sólo son los precios los que se les escurren de las
manos. Guzmán sabe que está llevando adelante
un ajuste fiscal que rechaza la propia Cristina K. y que
-encima- no es valorado por el "mercado".
Mientras tanto, el
acuerdo con el FMI se demora y el propio ministro percibe que se le escapa una
de las anclas que tendrá la dinámica en este momento tan complicado.
La política tiene
la responsabilidad de resolver los enigmas, de cara al futuro. Se espera que
eso recién suceda luego de las elecciones de noviembre. Los tiempos apremian. Y
la pregunta que empieza a aparecer en el horizonte es si no será demasiado
tarde para evitar una crisis mayor.
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