Por Javier Blanco - El riego país argentino alcanzó hoy un
nuevo máximo tras la reestructuración de la deuda con privados llevada adelante
hace un año: cerró en 1652 puntos, dejando atrás el récord
de 1650 que tocara el pasado 10 de marzo pasado.
La marca llegó tras
el avance de 18 puntos (casi 1,1%) que anotó hoy ese sensible indicador, al
moverse al alza por quinta rueda consecutiva, lo que deja a la vista el grado
de desconfianza que enfrenta la economía argentina y lo infructuosas que resultaron las recientes incursiones de
funcionarios oficiales por Wall Street para tratar de llevar calma.
El fin de la semana
pasada, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, se unió en Nueva York al ministro de
Economía, Martín Guzmán, para mantener reuniones con inversores y ejecutivos de
fondos de inversión en la que buscaron explicar la situación local y la
demorada negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y contener
expectativas.
Juan Manzur y
Martín Guzmán en el consulado argentino de Nueva YorkJefatura de Gabinete
Sin embargo, a
juzgar por cómo se volvieron a negociar los bonos de la deuda argentina en los
mercados externos e internos, no lograron achicar la
incertidumbre que genera la economía y la política local, que se
apresta a redefinir espacios en las elecciones legislativas a desarrollarse el
14 de noviembre.
La negociación de
los papeles argentinos, que cerraron con bajas del 0,4% al 0,7% en el exterior,
se vio condicionada por la presión alcista que vuelven a mostrar las tasas de
los bonos de la deuda emitida por el Tesoro de Estados Unidos que el
JPMorgan toma como parámetro para establecer el riesgo. El rendimiento del
título a cinco años marcó hoy un máximo de 1,193%, su nivel más alto desde
febrero del año pasado, antes de cerrar a 1,1732% ( 5,1 puntos básicos). Y la
del papel a dos años avanzó de 0,395 a 0,431% en la jornada.
“La suba de las tasas cortas es la que más impacta sobre los
activos de riesgo y es lo que se vio hoy. Eso no quita que los
bonos argentinos vienen cayendo desde hace varias ruedas y mantienen esa
tendencia pese a las tasas de rendimiento excepcionales que ofrecen”, explicó
Santiago López Alfaro, de Patente Valores.
A eso se agregó una
cuota de cautela extra que se impuso en el mercado desde temprano tras saberse
que la economía china se había expandido a un ritmo menor al esperado en los
últimos meses.
Los analistas no se
sorprenden del nuevo récord post reestructuración que marca el riesgo. “Más allá de un escenario emergente más desafiante, la deuda
argentina sufre por el contexto propio. La incertidumbre respecto al potencial
acuerdo con el FMI y sobre el futuro macroeconómico postelectoral dificultan
cualquier recuperación. Es lo que explica que los bonos soberanos en
dólares hayan caído entre 1,3% y 1,8% en la semana y hayan arrancado la
presente aún más débiles”, apuntó Nicolás Chiesa, director de Portfolio
Personal Inversiones (PPI).
“Lo que se nota es
que hay una apatía importante hacia la renta fija argentina. Creo que se
vincula al sesgo que le dio a su política económica el Gobierno tras las PASO,
la falta de avances con el FMI y las dudas que provoca el escenario
postelecciones en todo sentido. Incluso me llama la atención que no se
noten los típicos movimientos de compra preelectorales para trading, ya
que a este nivel de precio nuestros bonos sólo se usan para eso: tratar de
captar ganancias rápidas”, admitió el economista Gustavo Neffa, director de
Research for Traders.
“¡Al paso que van
nuestros bonos soberanos en cualquier momento rinden como los Zambia y Sri
Lanka!”, hizo notar a su vez el operador Leonandro Svirsky, de Bull Market
Brokers.
La mayor
desconfianza del mercado esta referida a las diferencias que exhibe la
coalición gobernante respecto de la deuda con el FMI, en especial, porque los
tiempos para encarar una negociación con el organismo se van acortando. “En
diciembre de este año hay vencimientos de capital e intereses por US$2310
millones, lo que incluye US$1900 millones de capital que se cancelarían con el
saldo de los DEGs que transfirió el FMI en agosto pasado”, estimó la consultora
Quantum Finanzas. “Pero ya en el primer trimestre de 2022, los servicios de
deuda con el FMI superan los US$4000 millones, que se suman a US$800 millones
de pagos al resto de organismos internacionales”, recordaron.
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