Por Patricio
Eleisegui - El escenario de faltantes por las importaciones "pisadas"
viene complicando fuertemente el funcionamiento de varios de los principales
resortes de la economía. Y las decisiones adoptadas recientemente por el
Gobierno para frenar la salida de dólares no han hecho más que incrementar
la preocupación en ámbitos como la construcción, la
producción automotriz y la industria en general.
Aunque con matices,
en esos y otros segmentos dan por descontado que el desabastecimiento de
importados será un problema dominante de aquí hacia fin de año. Y los
pronósticos coinciden en que lo que viene, al menos a corto plazo, es otro
enfriamiento de una economía que no logra acomodarse tras la pandemia.
En el real estate,
por citar un primer rubro, constructores consultados
por iProfesional coincidieron en que la falta de una batería cada vez
más amplia de insumos redundará en una demora en la entrega de nuevos
departamentos concluidos.
"Aunque algunos accesorios pueden reemplazarse con
producción nacional, lo cierto es que incluso esos artículos cuentan con
algún elemento importado. O sea que incluso los stocks de lo que se hace en el país también están complicados.
Por otra parte, las últimas medidas del Gobierno para controlar el dólar
generaron una oleada de compras para ‘stockeo’ que redujeron al mínimo la
disponibilidad de productos importados", comentó a este medio un
empresario con llegada a la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO).
"Los proyectos
que ya están en etapa final probablemente se concluyan sin mayores demoras.
Pero los que tienen fecha para la primera parte de 2022
estarán complicados. Ya se nota el faltante de revestimientos, pisos
y cerámicos. Ni hablar de la grifería. La construcción es otro de los
ámbitos cada vez más afectados por la
traba a los importados", añadió.
Desde la Sociedad
Central de Arquitectos (SCA) su presidente, Darío López, coincidió con estos
argumentos. En diálogo con iProfesional reconoció que entre los desarrolladores
se activó una carrera por garantizarse los pocos productos importados
disponibles hoy en los corralones.
"Los mismos comercializadores nos dicen que hay
reservar y comprar porque nadie sabe cuándo volverán a ingresar esos
materiales. Vidrios, durlock, cerraduras, todo lo que implica terminaciones, está faltando y se pondrá peor. Herrajes,
iluminación, también. La iluminación LED, por ejemplo, tampoco se
consigue", detalló.
"Recientemente
necesitábamos canillas. En el proyecto incluimos piezas con cierre cerámico.
Bueno, los proveedores nos dijeron que ya no ingresan. Y, como alternativa,
ofrecieron canillas con cuerito. De las antiguas. A ese nivel de complicación
estamos llegando", precisó.
López anticipó que "los edificios en fase de terminación
estarán muy complicados" si persisten las trabas a los insumos generados en el exterior.
"El mercado se
empezó a mover fuerte en el último mes. Hay apuro por concluir proyectos y
también otros que avanzan fuerte. La falta de importados generará un cuello de
botella que demorará la entrega de unidades. Hoy ya tenemos situaciones de
insumos que demoraban 15 días y ahora recién los prometen para dentro de un
mes", dijo.
"Las trabas también están generando una pérdida de
calidad en la fabricación nacional. Nosotros, por ejemplo, siempre utilizamos una determinada marca de termotanques.
Sólidos, de primera calidad, sin fallas. Desde hace un tiempo empezamos a tener
problemas porque para su fabricación requieren de plaquetas importadas. Y como
esta pieza no está ingresando los fabricantes reemplazaron eso con alternativas
disponibles en el mercado local. El resultado viene siendo negativo, lleno de
problemas, hasta ahora", agregó.
Un problema
generalizado
En el ámbito de las
automotrices, las complicaciones acumulan novedades negativas de forma permanente.
Así, a mediados de esta semana Renault informó su decisión de interrumpir
la venta del Kwid en la Argentina debido, también, a los problemas de
disponibilidad de unidades generados
por las restricciones a las importaciones.
El Kwid era el modelo más económico que ofrecía la
automotriz francesa en nuestro mercado. Y también uno de los más vendidos, aunque desde hace varios meses comenzó
a caer en el ranking de patentamientos debido a la falta de disponibilidad de
unidades.
"Atentos a los
problemas de disponibilidad generados por las restricciones a las importaciones
y con el objetivo de potenciar los vehículos de fabricación nacional, nos vimos
obligados a tomar la decisión de discontinuar momentáneamente la importación y
venta del modelo Kwid en nuestro país", comunicaron desde la marca.
La novedad sumó
otro dolor de cabeza a los ahorristas que estaban pagando sus cuotas a través
de Plan Rombo. Ante esta situación, desde la compañía informaron que
"todas las personas que tenían un plan activo de Kwid son
migrados automáticamente a un plan de Sandero, una gama con mayores dimensiones, mejor motorización y
más equipamiento de confort".
Conviene recordar
que, por efecto de estas mismas restricciones, la misma Renault
"plantó" su plan para sumar 150 trabajadores en los próximos meses y
que, también, Ford Argentina estableció un parate de dos semanas para la
primera parte de octubre.
La electrónica también
sufre el "cepo". Conductores, placas, procesadores:
todo llega desde el exterior. Si no se alivian las trabas, comentan en
ese ámbito, se complicará la fabricación de televisores y celulares en
Tierra del Fuego. A tono con esto, Brightstart, compañía controlada por la firma Mirgor que encabeza la familia
Caputo, dejará de operar por falta de kits para la producción de teléfonos
celulares.
La misma Mirgor informó a sus operarios que no renovará
450 contratos por falta de componentes para sostener la producción.
"El faltante
de insumos, piezas y productos tecnológicos terminados es visible. Las
computadoras portátiles que se ofrecen presentan, en su gran mayoría,
configuraciones atrasadas. Aparte de que la oferta es poca. Tampoco hay
repuestos para arreglar esos mismos equipos y lo mismo pasa con las
impresoras", comentó un comercializador de soluciones informáticas
interpelado por este medio.
Fate
y los neumáticos
El
desabastecimiento de neumáticos es otra consecuencia de la decisión oficial de
cerrar la "canilla" de dólares.
Esa complicación
dio pie a una polémica que atravesó toda la jornada del jueves: a través de una
carta, la directiva de Fate notificó a sus clientes que, por
la incapacidad de cumplir con los pagos a los proveedores dadas las
trabas al dólar, la firma avanzaría con una "inevitable parada en la producción".
Ya cerca del
mediodía, representantes de la empresa salieron a negar lo expuesto en el
texto. Más allá de este súbito cambio de posición, lo cierto es que en
ese ámbito a esta altura nadie discute que los faltantes son un rasgo
dominante en ese nicho comercial.
"El sector depende mucho de la importación. El 80
por ciento de los artículos y repuestos que se venden en Argentina son
importados, del Mercosur o extrazona, o son nacionales, pero con una alta integración de componentes traídos desde
afuera", comentó José Armando Giordano, titular de la cordobesa Cámara de
Empresarios de Repuestos Automotor y Afines (CERAC).
Además de afectar a
los automovilistas en general, la escasez de neumáticos en particular
comenzó a añadirle otro dolor de cabeza al agronegocio a partir de junio. El
problema encendió luces rojas en el tablero de los sojeros y los
fabricantes de maquinaria agrícola, quienes advirtieron que la nula disponibilidad
del accesorio tendría efectos sobre las cosechas.
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